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Calidad fisicoquímica y sensorial de frutos de fresas obtenidos en dos sistemas de cultivo (Introducción)

Y.A. Alvarado-Cepeda, R. Mendoza-Villarreal, A. Sandoval-Rangel, J.L. Vega-Chávez, I. Franco-Gaytán

Durante 2017 en México se cosecharon 658,436 toneladas de fresa, sembradas en 13,858 hectáreas, ubicándolo como el tercer productor mundial de fresa, después de China y Estados Unidos de América. Durante el período de 2015 a 2017, México tuvo un incremento en su producción siendo éste de 379,464 a 658,436 toneladas (FAO, 2019). Según Thakur et al (2015), a nivel mundial la fresa ocupa un lugar importante, es principalmente conocida por su color atractivo, alto valor nutritivo, aroma y excelente rentabilidad. La producción de fresa ha tenido gran importancia en el mercado hortofrutícola, por ser un cultivo que suele diferenciarse y tratarse por separado del resto de frutas, en parte debido a su producción y el tipo de cultivo necesario (Barba, 2015).


El desarrollo del fruto puede verse afectado significativamente por factores ambientales como la temperatura y humedad relativa, perjudicando los procesos metabólicos tales como la fotosíntesis, respiración y transpiración, los cuales modifican la calidad externa e interna del fruto y como consecuencia su vida de anaquel. Ante el cambio climático y el impacto que este ha tenido en la agricultura y en la producción de alimentos, se han propuesto alternativas como la agricultura protegida con el fin de disminuir los efectos antes mencionados y mantener el rendimiento de los cultivos (Ladaniya 2008).


Los carbohidratos que son acumulados en los frutos como almidón, sacarosa o monosacáridos, ácidos orgánicos, color, textura y contenido de antioxidantes en los frutos de fresa se ven afectados por los cambios climáticos y dependen en gran medida de los factores ambientales en los que se desarrollen (Fischer et al. 2016; Pallardy, 2010), así mismo la vida postcosecha de los frutos, es dependiente de la cantidad de carbohidratos acumulados en su desarrollo (Lechaudel y Joas, 2007). (Fischer et al. 2016 y Parra-Coronado et al. 2015) mencionan que temperaturas elevadas por alta radiación es uno de los factores que más repercuten la calidad de los frutos, encontrando frutos blandos.


El uso de acolchado es otra alternativa para disminuir los procesos metabólicos en los frutos ante factores ambientales, sin embargo, se ha puesto poca atención sobre los cambios que ocurren sobre la calidad postcosecha de frutas y hortalizas (Moretti et al, 2010). De acuerdo con Loughrin et al., (2012) mencionan que la calidad de luz que incide sobre las plantas de fresa afecta directamente la composición química de los frutos, debido a que la radiación reflejada por acolchados de color tiene un efecto en el sistema de fitocromos induciendo a la modificación de genes responsables de la expresión de compuestos químicos presentes en los frutos de fresa. Evaluaron dos colores de acolchado encontrando que las fresas cosechadas de plantas con acolchado rojo durante periodos soleados, tuvieron mayor concentración de compuestos aromáticos en comparación de las plantas sobre acolchado negro en fresas cultivar Sweet Charlie.


Kasperbauer et al., (2001) encontraron que el acolchado blanco a campo abierto en plantas de fresas presentó frutos con un contenido de SST mayor al de los frutos de plantas colocadas en acolchado rojo y plantas sin cobertura, estos autores proponen que la porción de luz que se refleja del acolchado hacia los frutos en ese rango del espectro sería el responsable del incremento en el contenido de azucares en los frutos, debido a un aumento en la actividad de la enzima sacarosa-fosfato sintetasa.


La protección con malla sombra se requiere en las regiones semiáridas para producir una alta calidad del fruto, evitando quemaduras de sol y ahorrando agua. Algunos estudios realizados en Israel, compararon la malla sombra negra tradicional contra mallas rojas, azules, amarillas y perlas, reportaron un incremento significativo en la productividad, resaltando que el número de frutos producidos por planta y rendimiento en toda la temporada de cultivo fue 30 a 40 % superior y de 20 a 30 % superior bajo las mallas respectivamente (Shahak, 2008).


Se ha demostrado que el uso de mallas sombras afectan la calidad externa e interna de frutos, específicamente en frutos de tomate, se ha reportado que el nivel de azucares transportados hacia los frutos depende de la tasa fotosintética, la cual está en función de la calidad de luz y temperatura del ambiente protegido, lo cual se deriva del efecto de la intensidad luminosa en el contenido de fenoles de los tomates, y en la inducción a la acumulación de azucares (García, 2017). Por lo anterior, el objetivo de este trabajo fue determinar la calidad fisicoquímica y sensoriales de fresas frescas cultivadas bajo malla sombra y campo abierto.

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